domingo, 11 de agosto de 2013
Haruka Yamano (Noriko Aoyama) es una turista japonesa en San Diego, que durante su viaje sufre un accidente automovilístico que le dejó ambas piernas fracturadas e intencionalmente provocó la muerte de una joven, buscada por haber asesinado a su novio.
Presa de una silla de ruedas, Haruka regresa a su casa en Tokio con su hermano Koichi (Aoi Nakamura). Su estancia en la casa se vuelve difícil cuando se percata que su silla de ruedas se mueve de lugar sin explicación alguna.
Koichi decide colocar una cámara de video en la habitación de su hermana para registrar los ruidos y movimientos extraños que Haruka escucha por la noche y comprobar que la recámara de su hermana está embrujada.
Muchas de las escenas que se verán en pantalla no tendrán una respuesta lógica y racional, por lo que a partir de ese punto, el terror se hará presente y mantendrá en suspenso al público.
Igual que las otras dos películas con el mismo título, esta tercera entrega está filmada a manera de documental, pretendiendo registrarlo todo con una videocámara común y corriente. El filme es la grabación casera realizada por Koichi, donde no hay edición, sólo cortes directos.
Utilizando la cámara subjetiva, modalidad que sólo proyecta en pantalla lo que un personaje alcanza a observar, sólo veremos lo que la “handycam” (cámara de mano) de Koichi alcanza a registrar.
Presa de una silla de ruedas, Haruka regresa a su casa en Tokio con su hermano Koichi (Aoi Nakamura). Su estancia en la casa se vuelve difícil cuando se percata que su silla de ruedas se mueve de lugar sin explicación alguna.
Koichi decide colocar una cámara de video en la habitación de su hermana para registrar los ruidos y movimientos extraños que Haruka escucha por la noche y comprobar que la recámara de su hermana está embrujada.
Muchas de las escenas que se verán en pantalla no tendrán una respuesta lógica y racional, por lo que a partir de ese punto, el terror se hará presente y mantendrá en suspenso al público.
Igual que las otras dos películas con el mismo título, esta tercera entrega está filmada a manera de documental, pretendiendo registrarlo todo con una videocámara común y corriente. El filme es la grabación casera realizada por Koichi, donde no hay edición, sólo cortes directos.
Utilizando la cámara subjetiva, modalidad que sólo proyecta en pantalla lo que un personaje alcanza a observar, sólo veremos lo que la “handycam” (cámara de mano) de Koichi alcanza a registrar.
